Ante las alarmantes cifras mostradas por PDVSA acerca de los niveles de importaciones de gasolina para el mercado interno y debido al déficit presupuestario de la nación que se refleja en recortes en áreas de importancia como el sector de infraestructura, surge de nuevo el debate acerca del incremento del precio de la gasolina.
Nadie concibe como seguimos subsidiando los precios de los combustibles cuando tenemos importaciones fuertes en este rubro y cuando los precios internacionales son bastante elevados. Todos los gobiernos de Venezuela siempre han argumentado justificar el subsidio amparados en el beneficio de los más pobres. Sin embargo, la realidad es otra. Los verdaderos beneficiados son los traficantes tanto en las fronteras como en altamar. Además de la clase media y alta que si tiene ingresos suficientes para comprar vehículos.
Parece una incongruencia que el gobierno profese estar a favor de medidas ambientalistas pero estimula el uso de vehículos contaminantes con el subsidio. Venezuela es un productor de combustibles, por lo que de sincerar los precios podría destinar los recursos económicos extraordinarios al desarrollo de infraestructura vial y/o establecimiento de sistemas de transporte masivos para el real beneficio de la población. Se requiere de un acuerdo nacional para debatir las distintas opciones y estrategias de implementación más idóneas para que la medida pueda tener buena acogida.
miércoles, 6 de marzo de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario