Luego de haber sido notificadas por el Gobierno nacional de los ajustes que deberán hacer al precio de los autos a puerta de fábrica y tras el análisis de dichas cifras, las ensambladoras nacionales esperan poder demostrar al Ejecutivo que muchos de esos ajustes ponen en riesgo la estabilidad de varias empresas, toda vez que la rebaja de precio sugerido no compensan los costos de producción.
“Sencillamente lo planteado en algunos casos es inviable”, destacó una fuente del sector que prefirió el anonimato por razones obvias, y quien precisó que si bien para algunas compañías y modelos los ajustes son manejables, en otros casos son imposibles de cumplir pues sobrepasan los costos operativos. Según algunas fuentes, los ajustes diferenciados oscilan para algunas marcas y modelos entre 11% y 20%, pero hay casos en los cuales la rebaja implica cerca de 40% del precio actual, lo cual comprometa la producción de dichos autos. Se pone en juego la operatividad de la empresa con ajustes de ese tipo”, aseguró otra de las fuentes anónimas ligadas a la industria, quien cree posible alcanzar un acuerdo para que los ajustes más adecuados a las realidades de un sector económico signado desde hace seis años por la recesión.
Desde hace algún tiempo, en el alto gobierno se maneja la tesis de que hay costos que deben asumir las ensambladoras y distribuidoras de vehículos, entre ellos el 12% del Impuesto al Valor Agregado (IVA), un costo que de acuerdo con factores estatales no debe ser tomado en la estructura de costo del vehículo. Cabe destacar que aunque ello depende del modelo, cerca de 51% del costo de un vehículo está representado por impuestos de diversa índole, lo que constituye a esta industria en uno de los principales contribuyentes al Fisco nacional. Es oportuno recordar que tras la aprobación en la Asamblea Nacional de la Ley que regula la Compra y Venta de Vehículos Nuevos y Usados, los sindicatos de las principales empresa del sector señalaron que una reducción drástica del precio de los autos a puerta de fábrica podrían tener una incidencia negativa en la estabilidad de varias de las ensambladoras nacionales. De acuerdo con lo informado la semana pasada por el ministro de Industrias Ricardo Menéndez, el pasado martes 7 de enero las ensambladoras debían publicar en sus páginas web los precios de los modelos que producen, información que hasta el momento no ha sido dada a conocer.
Es inconcebible que desde el gobierno nacional incentiven la compra de carros importados, otorgando facilidades para tal fin pero a las ensambladoras nacionales no les liquidan las divisas para su normal funcionamiento, perjudicando a una importante masa laboral. “Todo aquel que abra una cuenta por el monto del vehículo que va a importar se le da un permiso para que traiga carros directamente sin problemas”, dijo, pero no explicó si la importación correría por cuenta de concesionarios, de representantes de las marcas o los propios particulares. De acuerdo con la AVN, los permisos a concesionarios y ensambladoras para que importen automóviles servirán para “incrementar la producción nacional de vehículos e impulsar el desarrollo económico de la nación”.
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