Recientemente, el Banco Central de Venezuela
(BCV) emitió un informe con algunos indicadores económicos hasta el tercer
trimestre de 2015, desnudando muchos problemas y que el gobierno del presidente
Nicolás Maduro quiere encubrir y minimizar su impacto en la grave situación
actual, y de no tomarse los correctivos idóneos de inmediato, en la mala
percepción a futuro.
Como ha sido costumbre durante los gobiernos
de la llamada "Revolución del siglo 21", el informe establece la
culpa de la mala situación en terceros (como la caída del precio petrolero y/o
portales web golpistas, etc.) pero nunca hace autocrítica de su papel y/o
responsabilidad en los hechos y decisiones tomadas o no. Por ejemplo, todos
sabemos que uno de los mayores responsables de los niveles altísimos de
inflación reflejados es el mismo BCV que financia el déficit con impresión de
billetes inundando el mercado con liquidez sin respaldo, incidiendo al alza de
precios.
Para dar otro ejemplo de las contradicciones, en el informe se menciona que el precio del barril de petróleo promedio hasta septiembre del año pasado es superior a lo presupuestado para 2015 por el gobierno nacional, por tanto, el comportamiento económico mostrado no es responsabilidad de la caída del precio petrolero. Esas cifras mostradas por el BCV también ponen en entredicho a PDVSA, quién a través de su presidente recientemente indicó que su costo unitario es de 13 US$/barril, es decir, la ganancia bruta al menos triplicó sus costos lo que debería ser saludable para sus finanzas reduciendo la percepción negativa debido a los pagos de deuda y el capital disponible para invertir en nuevos desarrollos como hacen empresas estatales petroleras del mundo árabe.