Si de despidos se trata

Al perecer el presidente Chavez se equivocó de persona a la hora de pedir la renuncia al ministro de la energía eléctrica como si el fuera responsable de las malas decisiones, en todo caso se le puede acusar de no medir las consecuencias negativas para el gobierno de racionar el suministro eléctrico a una ciudad como Caracas que es tan estratégica desde el punto de vista electoral por la cantidad de ciudadanos votantes que allí viven.

Recordemos que el ministro Rafael Ramírez fué el encargado de la cartera de electricidad por unos 7 años, es decir, es allí donde realmente deben caer responsabilidades, sin embargo nada se dice al respecto. Al parecer el gobierno sí tiene intocables. Durante su gestión, el sr. Ramírez ha visto disminuir la producción de la estatal petrolera en al menos 1 millón de barriles diarios, se ha incrementado la deuda de PDVSA tanto con entes foráneos como con proveedores nacionales y no se realizó la inversión necesaria en materia eléctrica para soportar el crecimiento estimado para el país.

Todo esto, a pesar de tener los mayores ingresos históricos por concepto de venta de petróleo. Se compraron plantas de generación de energía, pero se regalaron a otros países de manera constante y no se usaron para solventar los deficit nacionales. Ahora Siemens y otras empresas del mismo sector se ven favorecidas por las grandes compras que el Estado venezolano debe hacer para mejorar el sistema eléctrico y los venezolanos de seguro pagaremos estos equipos y servicios a precios exhorbitantes por la falta de planificación y seriedad del chavismo. Así no es la manera como se promueve el desarrollo industrial de un país. De existir moral, Chavez y Ramírez deberían renunciar ya mismo.