Una "sensación" de bienestar económico se sintió en la
población venezolana debido a la mayor cantidad de dinero en la calle que se
observó en 2011. El incremento del salario mínimo, el pago de bonos en la
mayoría de los casos con retroactividad en la segunda parte del año para los
trabajadores de la administración pública y la aprobación de becas en nuevas
misiones sociales contribuyeron a incrementar los bolívares circulantes en el
mercado interno. Esta mayor erogación de recursos por parte del Gobierno a
través de la solicitud de créditos adicionales y la entrega de financiamiento
por parte del Banco Central de Venezuela (BCV) a empresas del Estado, y
especialmente a Pdvsa, impactaron el mercado monetario del país.
Cifras del
ente emisor revelan que la liquidez en el sistema (monedas y billetes, más
depósitos a la vista) aumentó 51% a lo largo de 2011, al pasar de 294.492
millones de bolívares al cierre de 2010 a 444.975 millones de bolívares a
finales de este año. Este incremento de los bolívares representa el más alto
en los últimos años, llegando incluso a finalizar con un significativo
crecimiento en términos reales en 2011. Solamente en el mes de noviembre,
registró un aumento de 15,8% en términos reales, es decir, por encima de la tasa
de inflación. Durante el año 2010 la variación que registró la liquidez
monetaria fue de 26%, mientras que en 2009 el aumento fue de 22% y en 2008
nuevamente el alza fue de 26% al cerrar ese año en 192.004 millones de
bolívares.
Analistas han advertido que la expansión
monetaria también ha estado impactada de manera significativa por las políticas
de financiamiento del Banco Central. El presidente del BCV, Nelson Merentes,
justificó recientemente que con los recursos del encaje legal que se encuentran
depositados en el organismo, se pudo financiar a sectores prioritarios en el
país y que ayudaron al crecimiento económico en 2011. Desestimó las críticas
realizadas por algunos economistas en torno a este tema. "Este dinero se
destinó al sector de la construcción, se dirigió a la economía productiva.
Bienvenidas las críticas, tenemos que ser creativos para que los recursos
excedentarios vayan a la economía real", afirmó. Los analistas explicaron
que esta entrega de recursos a la gestión fiscal del Gobierno, el cual debe
financiarse con ingresos ordinarios, genera distorsiones a la economía.
Resaltan que la política monetaria está enteramente supeditada a la política
fiscal.
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