Cónsono con su discurso, el gobierno venezolano creó los llamados consejos comunales que deberían ser el basamento del modelo socialista del siglo XXI y entre otras actividades no muy claras, tienen la potestad de ejecutar varios proyectos como el de sustitución de ranchos por casas nuevas. Además, tienen la misión de construir el modelo productivo socialista mediante la instalación de fábricas en las áreas en las que se encuentran.
Para mediados de septiembre, sólamente se habían utilizado 1,3 millardos de BsF, representando un 31% del fondo asignado para su operatividad durante todo 2009. Esto puede interpretarse de dos maneras, la primera es que los mismos son tan eficientes que han ahorrado grandes cantidades de dinero a la nación haciendo numerosos proyectos de desarrollo para bienestar de la población ó que no tienen la capacidad para llevar adelante proyectos de envergadura y que la desorganización es tal que no permite que fluya la entrega de recursos para quienes lo necesitan. Por otro lado, debemos asumir que Venezuela está como una tasita de plata y que no hay obras por hacer en materia de viviendas y producción de bienes nacionales, por lo que los recursos que sobren podremos donarlos caritativamente a nuestros amigos del ALBA.
La gestión actual de los consejos dista mucho de ser el modelo a seguir que necesita Venezuela para salir del atraso en el que está, a menos que se les capacite y se les dé herramientas que les permita manejar recursos y llevar proyectos de manera idónea. Procurando no crear un ministerio paralelo que usurpe funciones a los ya existentes, sino para que tener un ministerio de habitat y vivienda por ejemplo.
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