En días recientes, el gobierno nacional ha continuado con su política de expropiaciones y nacionalizaciones forzadas, que dejan en entredicho el discurso presidencial de respeto a la propiedad privada. Muchas arbitrariedades se han cometido y lo peor es que no se respeta el debido proceso legal existente para los casos de nacionalizaciones.
Las empresas afectadas se ven perjudicadas por no recibir la compensación propia de tales acciones y lo peor del caso es que no existe una verdadera negociación de los términos y el pago del valor real de las empresas. Hay que añadir, el desorden e improvisación imperante por los cambios hechos a la Ley de Ilicitos Cambiarios, dejando a los importadores en un limbo, debido a que no existen reglas que regulen al mercado permuta y con afectaciones hasta ciudadanos extranjeros que cobran sus pensiones a través de casas de bolsa, que han sido sacadas del negocio del dólar permuta.
Recordemos que la inclusión de casas de bolsa y sociedades de corretaje en el negocio cambiario fué hecha por los mismos personajes que ahora dicen que se comportan como especuladores. Mientras tanto, continua la fuga de capitales y ni los mismos venezolanos invierten dinero por la falta de seguridad jurídica. El clima de negocios está muy ensombrecido, por lo que se debe rectificar para beneficiar al país y evitar el desastre que estamos viviendo en la actualidad.
miércoles, 19 de mayo de 2010
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