La cifra dada por el Banco Central de Venezuela (BCV) refleja un descenso del Producto Interno Bruto (PIB) de 5,8% durante el primer trimestre de 2010. Esta cifra nuevamente pone al descubierto la realidad venezolana en materia económica y que puede catalogarse sólamente como desastrosa. Se intentará maquillar los resultados culpando a terceros por la caída y de restar importancia a la cifra pero hay muchas cosas que hay que analizar en profundidad.
Por ejemplo, no se entiende como a pesar de incrementarse los precios del petróleo en más de 80%, exista semejante caída del BCV. La explicación es que se produce menos petróleo del que realmente se reporta, ó que no estamos recibiendo los pagos correspondientes por la venta de crudos, ó existe un mal manejo de los recursos que ingresan al país y del cual el gobierno del presidente Chávez es el responsable.
La inversión gubernamental se derrumbó en un 27,9% y la caída en el otorgamiento de divisas, a pesar de tener que importar más y más productos por la caída de la producción propia de las expropiaciones impulsadas por el gobierno y que no cuentan con una gerencia adecuada que las haga empresas rentables y productivas. El panorama luce desalentador, al gobierno se le estan acabando las excusas para justificar su fracaso y el pueblo está viendo como se le ha engañado por mucho tiempo a la par que su calidad de vida es peor que años atrás.
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