A pesar de que los bonos de Petróleos de Venezuela se han
mantenido estables en las últimas semanas, la decisión de eliminar los límites
para la emisión de nueva deuda, puede incrementar el riesgo de los papeles
venezolanos, especialmente los títulos de Pdvsa. De acuerdo con el
economista José Luis Saboin, de la firma de consultora Ecoanalítica, la reforma
de la Ley de Administración Financiera aprobada vía habilitante puede perjudicar
el desempeño de la deuda venezolana en los mercados pues da una señal negativa
sobre la situación fiscal del país.
El rendimiento de los
títulos de Pdvsa ha caído considerablemente en los últimos meses, mas los
medidos en dólares siguen siendo muy atractivos. Verbigracia, los bonos de Pdvsa
2013 están pagando 8% y mientras que los petrobonos que vencen en 2021 y 2022
ofrecen una ganancia de entre 11% a 13% en dólares. Las variaciones de las
cotizaciones de los títulos de Pdvsa se han mantenido positivas, salvo en los
papeles que vencen el año próximo. Saboin señala que la voracidad fiscal del
Gobierno ha llegado a tal extremo que a estas alturas del año el endeudamiento
interno se ha incrementado en 30.000 millones de bolívares, cuando apenas han
pasado tres meses. Esto quiere decir que al Ejecutivo nacional le queda un
remanente de 50.000 millones de bolívares para adquirir nuevos pasivos, lo que
puede ser insuficiente ante la cantidad de compromisos de gastos que se esta
asumiendo.
De acuerdo con los cálculos de Ecoanalítica, Pdvsa debería emitir
más títulos por el orden de los 3.500 millones de dólares que equivalen a 41%
del endeudamiento total que se proyecta debe asumir la República antes de fin de
año. "Yo estaría esperando alrededor de unos 8.000 a 10.000
millones de dólares, indistintamente si es Pdvsa o la República, todo esto para
abastecer el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme) y
satisfacer una demanda de divisas que cada vez esta en aumento, sobre todo
considerando que los mecanismos no oficiales para obtener dólares están cobrando
relevancia en este momento, y sobre todo por el tema de incertidumbre política
que tenemos", apuntó Saboin. La discrecionalidad fiscal es mal vista por los
mercados los cuales siempre apuestan por un funcionamiento institucional
adecuado. Entonces, cuando se toman medidas como la reforma de la Ley de
Administración Financiera aumenta la desconfianza, porque a pesar de que la
deuda soberana se considera como un riesgo cero, su repago depende de decisiones
políticas.
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