Una nueva emisión de deuda en dólares sigue estando entre las primeras opciones del gobierno para atender el retraso en la entrega de las divisas, que afecta al sector productivo y acentúa la crisis actual de escasez. La calificadora de riesgo Moody's y el banco de inversión Barclays han planteado la posibilidad de la nueva oferta como una alternativa casi única para el Ejecutivo nacional. Para Barclays, esa emisión de deuda podría alcanzar los $6.000 millones, pero otras firmas consultoras locales estiman que podría, incluso, superar ese monto. A través de esta vía, el gobierno obtendría un financiamiento en divisas inmediato.
Sin embargo, una emisión de este tipo emplearía casi totalmente el restante de lo estipulado en la ley de endeudamiento para este año, de la cual ya se ha utilizado en casi 50% (Bs. 53.000 millones), sin finalizar aún el primer semestre. Los expertos no descartan la posibilidad de que se solicite una ampliación de esta normativa, con el propósito de lograr un margen que permita continuar con emisiones de deuda en bolívares con las que se pueda atender también el déficit fiscal.
El economista Víctor Silva, director de la firma Kapital Consultores, descarta entre las posibles disposiciones que asuma el Ejecutivo, una aplicación de mayores impuestos o una disminución del gasto público. "Con un gobierno que representa la transición, luego de Hugo Chávez, que tuvo unas elecciones cerradas y que tiene otros problemas como la escasez, es poco probable que se tomen correcciones como un nuevo ajuste cambiario o una disminución del gasto público", indicó Silva. "Tampoco veo probable que se plantee corregir con incremento de los impuestos, porque el gobierno en este momento se está reuniendo con sectores del aparato productivo para buscar estimulo; es contradictorio que se decida subirles las cargas impositivas", agregó. Los encuentros entre el gabinete económico y los empresarios han sido percibidos por los mercados internacionales como positivos; pero también le han dado una señal clara de las necesidades de dólares que tiene el gobierno venezolano, según operadores desde el extranjero. Y, aunque estiman que los rendimientos venezolanos serán bien recibidos, creen que el país tendrá que ofrecer buenos beneficios. Aunque Luis Brusco estima que para atender el apretado flujo de caja en divisas, el gobierno acudirá a una nueva emisión, señala que en estas condiciones no es lo más recomendable en materia económica, pues esto aumentaría el ya abultado endeudamiento de Venezuela. Para el experto, estas circunstancias podrían implicar la necesidad de un financiamiento externo directo de un organismo multilateral como el Fondo Monetario Internacional; sin embargo, tal decisión implicaría tomar medidas establecidas por este ente alineadas con una reducción del gasto y aplicación de impuestos, ambas con costos políticos.
Sin embargo, una emisión de este tipo emplearía casi totalmente el restante de lo estipulado en la ley de endeudamiento para este año, de la cual ya se ha utilizado en casi 50% (Bs. 53.000 millones), sin finalizar aún el primer semestre. Los expertos no descartan la posibilidad de que se solicite una ampliación de esta normativa, con el propósito de lograr un margen que permita continuar con emisiones de deuda en bolívares con las que se pueda atender también el déficit fiscal.
El economista Víctor Silva, director de la firma Kapital Consultores, descarta entre las posibles disposiciones que asuma el Ejecutivo, una aplicación de mayores impuestos o una disminución del gasto público. "Con un gobierno que representa la transición, luego de Hugo Chávez, que tuvo unas elecciones cerradas y que tiene otros problemas como la escasez, es poco probable que se tomen correcciones como un nuevo ajuste cambiario o una disminución del gasto público", indicó Silva. "Tampoco veo probable que se plantee corregir con incremento de los impuestos, porque el gobierno en este momento se está reuniendo con sectores del aparato productivo para buscar estimulo; es contradictorio que se decida subirles las cargas impositivas", agregó. Los encuentros entre el gabinete económico y los empresarios han sido percibidos por los mercados internacionales como positivos; pero también le han dado una señal clara de las necesidades de dólares que tiene el gobierno venezolano, según operadores desde el extranjero. Y, aunque estiman que los rendimientos venezolanos serán bien recibidos, creen que el país tendrá que ofrecer buenos beneficios. Aunque Luis Brusco estima que para atender el apretado flujo de caja en divisas, el gobierno acudirá a una nueva emisión, señala que en estas condiciones no es lo más recomendable en materia económica, pues esto aumentaría el ya abultado endeudamiento de Venezuela. Para el experto, estas circunstancias podrían implicar la necesidad de un financiamiento externo directo de un organismo multilateral como el Fondo Monetario Internacional; sin embargo, tal decisión implicaría tomar medidas establecidas por este ente alineadas con una reducción del gasto y aplicación de impuestos, ambas con costos políticos.
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