El cupón de 12,75% de la última emisión de los bonos 2022 de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) deja al descubierto el alto riesgo país. Hay que considerar que la tasa de interés mundial está en sus mínimos históricos de 1% y PDVSA sale al mercado con una deuda cara para las arcas del país. Además, lo hace en un momento en que la cesta petrolera sigue en aumento y está cercana a $80 por barril.
Esto debe ser revisado por los responsables de ejecutar las políticas públicas para corregir los errores. "Obviamente, una caída de la actividad económica el año pasado de 2,7% y una inflación de 28% obliga a que quienes emiten deuda lo hagan a un costo elevado, pero eso es preocupante y grave", según palabras de Sara Levy.
Si se acaba de hacer una devaluación, debería haber dólares para estos bienes al precio del nuevo dólar oficial, comentó Levy. Sin embargo, eso no debería tener un impacto directo en los precios, porque una cosa es que "yo apoye a la petrolera en la emisión de deudas, y otra cosa es que yo esté adquiriendo esos instrumentos para hacer mis importaciones". Los bancos siguen siendo los grandes favorecidos debido a que estaban comprando a los clientes al 70% cuando un bono similar como lo es el 2022 emitido por la República apenas un día antes se estaba cotizando por encima del 85% en los mercados.
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