De acuerdo con el balance de la deuda financiera publicado por
Pdvsa al 31 de diciembre de 2011, la empresa se verá obligada a cancelar 70,9%
de sus pasivos entre 2013 y 2017, lo que según expertos consultados representa
una presión importante sobre las finanzas de la corporación. En el período
señalado, Pdvsa deberá servir 20.405 millones de dólares de unos pasivos
financieros estimados en 34.892 millones de dólares, lo que significa que tendrá
que honrar un monto sobre los 4.000 millones de dólares anuales, como promedio.
Esta situación preocupa a algunos analistas por dos razones. La primera es
el extraordinario crecimiento del endeudamiento financiero, que pasó de 21.346
millones de dólares en 2010 a los ya citados 34.892 millones de dólares, al
cierre del año pasado. Y la segunda razón es que no parece probable que la
corporación modere su agresiva política de apalancamiento en los próximos años.
De hecho, el economista José Luis Saboin, de la firma consultora
Ecoanalítica, sostiene que es indispensable adquirir más endeudamiento si Pdvsa
pretende incrementar su producción en unos 500.000 a 600.000 barriles diarios
este año, máxime cuando se trata de un período electoral durante el cual la
empresa se verá presionada para incrementar sus aportes a los programas sociales
del gobierno. Por su parte, el economista experto en
finanzas públicas, Orlando Ochoa, cuestiona integralmente el balance de deuda de
Pdvsa, porque según él excluye los pasivos con proveedores y contratistas que
alcanzan unos 10.000 millones de dólares, y con los socios de las empresas
mixtas que también se ubican en una cantidad similar. A esos 20.000 millones
de dólares el economista suma "unos 50.000 millones de bolívares" que Pdvsa
adeuda por concepto de pagarés contratados con el Banco Central de Venezuela,
por lo que Ochoa estima que los pasivos totales de la petrolera estatal deben
rondar los 80.000 millones de dólares.
El analista de Ecoanalítica insiste, sin
embargo, en que es un error que la petrolera venezolana se endeude de manera tan
agresiva, porque los costos financieros que implica el servicio de esas
acreencias son muy elevados, debido al riesgo que los mercados financieros le
asignan a Venezuela. En su opinión, es más grave aún que esta política de
endeudamiento solo persiga contener la devaluación del bolívar, haciendo que,
por ejemplo, el tipo de cambio del Sitme se mantenga en 5,30 bolívares por
dólar, que está muy lejos del tipo de cambio real que Venezuela debe tener en
comparación con sus principales socios comerciales. Saboin indica que el
Gobierno apuesta a que los precios petroleros permanezcan altos y sigan
creciendo. "No hay nada más difícil que proyectar el precio del petróleo; de
hecho, hay muchas estimaciones donde casi siempre las predicciones van por un
lado y la realidad por otro, por eso es una apuesta sumamente irresponsable",
subraya Saboin. Si Pdvsa aspira, como lo ha planteado el presidente Hugo
Chávez, a incrementar su producción petrolera entre 500.000 y 600.000 barriles
por día este año, es inevitable que se siga endeudando, porque además este es un
año electoral, lo que significa que la presión para aumentar la inversión social
será aún mayor. Fuente: EMEN.
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