El Gobierno venezolano pondrá el "acelerador a fondo" con la
venta de los títulos de deuda del país en 2012, porque es la vía regia para
financiar los grandes volúmenes de importaciones de alimentos y otros productos
que se requieren, ante el aumento de la demanda interna y del consumo que ya
comenzaron. La pregunta es si el mercado internacional está apto para seguir
absorbiéndolos. "Las emisiones de esos bonos se han ido multiplicando desde
2007, y lo cierto es que continúan siendo muy apetecibles en el exterior",
señaló Patrick Esteruelas, director de Análisis Soberano Emso Partners de
España, uno de los ponentes del Foro "Perspectivas 2012" del Iesa, que tuvo
lugar la semana pasada. "La economía venezolana está estrangulada, pero hay estabilidad
petrolera, incluso según las estadísticas internacionales. Eso se dice en voz
baja, pero es así", agregó. Esteruelas se refiere a la data de una
producción nacional de 2.800.000 barriles por día (índice no necesariamente
sostenible, pero interesante, según dice) y también a que, a pesar de que la
prima de riesgo de Venezuela es alta, la probabilidad de default es muy
baja. "La deuda del país ha ido mermando y en los mercados internacionales
se percibe voluntad y capacidad de pago por parte del Gobierno venezolano",
observó.
Pero uno de los principales factores que llevan a que la compra de
los títulos de deuda venezolanos sea casi "como pan caliente", es que su
rendimiento es mucho más alto que lo que ofrecen otros mercados, como por
ejemplo el norteamericano (el cual se está recuperando de la crisis
paulatinamente) y, más aún, que el Banco Central Europeo (ahogado por la
problemática de la Eurozona). "Existe una oportunidad histórica para Venezuela, la mejor en la última
década, en cuanto a los precios petroleros. La cesta venezolana cerró en $107 en
2011 y el promedio para 2012 es de $111, máximo $130", proyectó Francisco
Monnaldi, director del Centro Internacional de Energía y Ambiente del Iesa. De
acuerdo a Blomberg, la proyección promedio es de 125 dólares al año 2016.
La deuda
actual de Pdvsa, alcanza los $35 mil millones, según la información que maneja.
"Pdvsa no solo tiene que pagar a sus provedores y al BCV, sino también por
conceptos de arbitraje internacional y hasta la deuda con los fondos chinos;
deuda que no es de esa institución, pero que igualmente se paga con los fondos
del petróleo", observó Monaldi. Aun así, y en el peor de los escenarios, el
experto opina que la producción petrolera venezolana aumentará este año. "Le
conviene a éste u otro gobierno", se jugó. Fuente: EMEN.
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