El anuncio de que el presidente Hugo Chávez no asista a la
Cumbre del Mercosur en Brasilia produjo una inmediata alza
en los precios de los títulos de deuda venezolana en los mercados
internacionales. Se trata de la primera vez que Venezuela acudirá como
miembro pleno del bloque, un objetivo geopolítico y económico que persiguió el
primer mandatario venezolano durante su gestión. Pero Chávez no estará presente
y esta ausencia es interpretada por los inversionistas extranjeros como un
indicativo sobre su estado de salud. Esta señal fue suficiente para que los
grandes compradores de bonos venezolanos (títulos que en los mercados
internacionales mueven alrededor de 150 millones de dólares al día en
negociaciones), buscaran más papeles de este tipo, mientras los tenedores
preferían quedárselos.
Esta situación de alta demanda y poca oferta produjo
un alza en los precios de los bonos que alcanzó 3,65 puntos en el caso del
Global 31. Mientras que otros títulos referenciales como el Global 22, o el
Global 27, subieron entre 2,18, y 2,91 puntos en tan sólo un día. Explican
operadores desde Estados Unidos que el interés que siente el mercado
internacional por los papeles de deuda criolla, se debe a que la salud del
primer mandatario se asocia directamente con posibles cambios en las políticas
económicas venezolanas. Recuerdan que los cupones (intereses) con los que se
ha tenido que endeudar Venezuela en los mercados internacionales se debe a que
la comunicación con los inversionistas no es suficientemente clara, además de
las medidas tomadas sobre las reservas internacionales, y su desvío a fondos
paralelos. "La falta de transparencia coloca el precio", indicó uno de los
corredores consultados. "Venezuela tiene calificación B+, la misma que
Ucrania, pero un bono de Ucrania, que vence en el año 2022, rinde 7,5%; mientras
que uno venezolano, con las mismas características rinde 10%", agregó. Según
explicó el corredor esto sucede porque el mercado percibe que Ucrania tiene más
orden en sus finanzas, ya que da más información a los inversionistas, y no
emite con tanta frecuencia.
Los bonos venezolanos
ya venían en alza. Las subidas de una semana alcanzaron incluso los 7,19 puntos.
Y en este panorama influyen en especial dos aspectos; el primero es el
rendimiento que siguen ofreciendo los títulos de deuda criolla en un entorno
global en donde las tasas de interés están bajas; y luego la disminución en las
negociaciones del Sitme. Esta baja en las operaciones del mercado manejado
por el Banco Central de Venezuela (BCV) también ocasionó una merma en las del
extranjero. Durante el año este sistema estuvo negociando entre 30 y 40 millones
de dólares al día, pero ahora esas transacciones se han reducido a 17 millones
de dólares. Así, el mercado internacional vio disminuida la oferta de bonos
venezolanos, en un momento de bajas tasas de interés, y sin nuevas emisiones de
deuda venezolana en moneda extranjera. Para los corredores internacionales,
la decisión tomada por las autoridades económicas del país en cuanto a no emitir
en dólares en el último trimestre del año señala la intención de realizar un
ajuste cambiario a principios de 2013, y en ese sentido el Ejecutivo opta por
realizar la oferta después de la devaluación y recibir así más bolívares por
cada dólar. Tomando en cuenta esta premisa, los inversionistas extranjeros
vislumbran con alta probabilidad que sea Pdvsa la que emita títulos de deuda el
próximo año, después del posible ajuste cambiario, pues es quien tiene más
necesidades de bolívares para asumir pasivos locales. Pero mientras, la
falta de oferta y una demanda altamente estimulada mantiene los precios de los
bonos en alza. Esta situación pudiera mantenerse en las próximas semanas,
sustentada además por la percepción que también prevalece en los mercados
internacionales y en el contexto local sobre una posible eliminación del Sitme.
martes, 11 de diciembre de 2012
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