A pesar de que recientemente el Gabinete Económico "congeló" una posible devaluación, el mercado sigue temeroso ante tal posibilidad, y una muestra de ello es el comportamiento turbulento que se observa en el sector de inmuebles usados en los últimos días. El panorama se compone de precios que aumentan muy por encima de 100.000 bolívares o un mínimo de 11% en cuestión de días, exigencias de pago de contado y sin posibilidad de un crédito hipotecario, decisiones que se congelan hasta enero próximo, "a ver qué pasa", y negociaciones que se dan, a pesar de la especulación que registra el mercado.
Pablo González, expresidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela y representante de una franquicia internacional de bienes raíces, explica que existe mucha incertidumbre en el mercado y ello despierta temor en los propietarios. "La gente no quiere perder dinero y aprovecha que hay plata en la calle para salir a ofrecer sus propiedades", expresó. Cree que el mercado está turbulento con justificación, y al temor a la devaluación agrega el factor político, que Hugo Chávez pueda asumir o no el poder, o el hecho de que el chavismo se haya hecho con 20 gobernaciones.
Aquiles Martini, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, dice que ante la incertidumbre por una modificación del tipo de cambio, la gente percibe que el valor de reposición de los bienes será mayor y por eso ajusta. "Si no hay estabilidad económica, ese tipo de fluctuaciones siempre sucederá", dijo. Martini asegura que el mercado, especialmente el de alquileres, ha estado deprimido, y adjudica el ajuste de precios que han hecho algunos propietarios al temor que despierta la devaluación. No obstante, cree que llegará el momento en que se estabilicen los precios, incluso de que se ajusten a la baja, pues no habrá suficientes compradores. Los últimos dos meses han sido de gran movimiento en el mercado secundario. Empresas inmobiliarias y corredores particulares, así como propietarios que venden por su cuenta, muestran en prensa y en la web cierta oferta. Carlos Pérez, quien es corredor inmobiliario independiente desde hace cinco años, ha estado tratando de conseguir inmuebles para clientes y asegura que la tarea no ha sido fácil, no solo por una oferta un tanto limitada sino porque precios a veces exceden la capacidad de algunos compradores. No obstante, confía en que el panorama se despejará con el inicio del nuevo año. Fuente: EMEN.
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