Sin embargo, aunque el aumento de los llamados
créditos personales fue mucho más significativo, al duplicarse el monto aprobado
a través de esta modalidad, representan todavía una pequeña porción en la suma
de todos los préstamos al consumo. Al cierre del primer semestre de 2012,
los créditos personales solo representaban 13,01% de todos los préstamos al
consumo, un porcentaje pequeño, pero que aumentó cuatro puntos en tan solo un
año. Las tarjetas de crédito se apoderaron de 60% y los vehículos de 25,8%,
ambos descendieron unos cuantos puntos en comparación con 2011. Hace un año
en la proporción de los préstamos al consumo, los personales tenían 9,01%,
mientras que el plástico se apuntaba 64,1% y los préstamos para vehículos otro
26,8%. En general, el financiamiento al consumo subió 36,60%, ubicándose en
63.112 millones de bolívares.
Entre los años
2006 y 2008, los bancos tuvieron que crear múltiples productos de crédito para
personas destinados a diversos usos: desde financiamiento de fiestas hasta para
el pago de motos o incluso de cirugías plásticas. La situación actual es
diferente. En aquel momento había crecimiento de los depósitos, pero en realidad
el boom crediticio se dio en respuesta a una demanda que pedía más
préstamos. El escenario de estos días no pinta igual. La banca se ingenia
estrategias de estímulo para ofrecer los préstamos, tomando en cuenta
principalmente que tienen que mantener una intermediación crediticia. "Los bancos han explotado su propia base de clientes, otorgando créditos
abiertos para consumo", explicó Pedro El
Khaouli, director senior de la calificadora de riesgo Fitch Ratings en
Venezuela. "Ha habido dinero en la calle y las entidades han aprovechado la
capacidad de pago de los clientes", agregó el analista financiero. En
efecto, el crecimiento de la circulación de bolívares impulsó un incremento de
hasta 60% en los depósitos del público, lo que se reflejó en un aumento del
crédito en general. Sin embargo, las instituciones no logran que el
financiamiento crezca en los mismos volúmenes que las captaciones, lo que no
solo dificulta mejorar la intermediación crediticia, sino que a su vez influye
en los ingresos de las instituciones. "El volumen es importante por dos
cosas: la primera es que contribuye a generar más ingresos financieros por
aumento de activos productivos; y la segunda es que genera comisiones por
otorgamiento del crédito", señala El Khaouli.
1 comentario:
Excelente aporte, para una investigación que estoy haciendo sobre el crédito a personas naturales en Venezuela, desde el punto de vista de análisis de la morosidad.
Vanessa
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