Aunque en esta época del año las empresas suelen incrementar
sus solicitudes de crédito, esta vez no es así. Compañías locales y
transnacionales tienen en sus cuentas suficientes bolívares como para pagar los
gastos tradicionales de estos meses, sin acudir al financiamiento bancario. En especial, el mes de noviembre se caracteriza por un repunte en las
peticiones de préstamos destinados a la cancelación de aguinaldos y utilidades.
Pero este año, al menos hasta ahora, la situación ha sido diferente. Gerentes bancarios indican que la demanda por este tipo de financiamiento
sigue dormida. Y cuando apenas faltan tres quincenas para la Navidad, aún las
instituciones bancarias no reciben la cantidad de aplicaciones a las que están
acostumbradas en esta época del año.
En efecto, el exceso de liquidez que
hoy registra la economía -el indicador se ubicó en 599.918 millones de bolívares
durante los primeros días de este mes, según el Banco Central de Venezuela
(BCV)-, sumado a la racionalización de divisas a la que apunta el Gobierno,
según ha señalado el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, ha
provocado que las empresas tengan suficientes bolívares en sus cuentas para
hacer frente a los compromisos de fin de año. A esto se suma la
imposibilidad de repatriar dividendos para las transnacionales, lo que provoca
que también estas grandes compañías estén atiborradas de recursos en moneda
local, por lo que acudir al financiamiento bancario se hace innecesario. Ante este panorama, los bancos reforzarían todavía más las políticas ya
aplicadas durante este año para ampliar el otorgamiento de préstamos, pues a las
instituciones se les ha complicado subir su intermediación, por el acelerado
crecimiento de los depósitos. Las estrategias se han paseado desde la
reducción de las tasas para los préstamos comerciales (dirigidos a grandes
empresas), hasta el estímulo del financiamiento a personas naturales, sobre todo
en lo referente al consumo. Esta tendencia continuará en lo que va de año,
la banca seguirá apelando a aumentos de límite en las tarjetas, aprobación de
extracréditos (créditos personales) y financiamiento de vehículos en distintas
modalidades, incluidos los préstamos para la adquisición de vehículos usados.
Durante los últimos 12 meses, la
circulación monetaria ha aumentado 60,1% (en términos nominales), lo que influyó
en el crecimiento de los depósitos bancarios. De hecho, las captaciones subieron
60,53% en un año al cierre de septiembre, según el último informe de la
Superintendencia de Bancos (Sudeban). Según gerentes bancarios, despertar
la demanda crediticia y acelerar su ritmo de crecimiento es una tarea titánica.
De hecho, solo los créditos personales se duplicaron en un año, indican los
números de la Sudeban, y su peso en los préstamos al consumo ya está por encima
de lo que alcanzaron en los años del boom crediticio que se dio entre
2005 y 2008. En aquella época ese tipo de préstamos representaba 9,4% de los
créditos al consumo, mientras que ahora significan 13,01%. Por su parte, el
financiamiento a través de las tarjetas de crédito se incrementó 37,2% al cierre
de septiembre, en comparación con el mismo mes del año pasado. Frente a este escenario, el sistema financiero
acude a los títulos valores, sobre todo a los de deuda interna en bolívares,
emitidos en mayor medida este año por el Ejecutivo. Aunque no implica tanta
rentabilidad, las instituciones prefieren esta opción antes que dejar los fondos
en cuentas. Fuente: EMEN.
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