Pese a las dificultades que ha enfrentado la industria
automotriz nacional tras cuatro años de caída en la producción y ventas, el
Ejecutivo tiene previsto allanar el camino para que al menos dos nuevas
ensambladoras ingresen al país, al tiempo de anunciar que la mayor productora y
comercializadora del mercado, General Motors, espera duplicar su producción con
miras a exportar hacia Brasil y el Caribe. Según informó el presidente Hugo
Chávez, tanto la francesa Renault como la japonesa Yamaha Motors estarían
interesadas en producir en Venezuela vehículos de pasajero y camiones,
respectivamente. También señaló que los ejecutivos de General Motors
Sudamérica habrían presentado un plan para que sus plantas de Valencia y Mariara
(Carabobo) trabajen a plena capacidad y produzcan unas 120.000 unidades anuales.
La información deja muchas interrogantes,
toda vez que se habla de un supuesto incremento de la producción de autopartes
por parte de GMV, empresa que no produce autopartes sino que se sirve de
proveedores nacionales e internacionales para acometer sus labores de
ensamblaje. Asimismo, se habla de elevar la producción a 120.000 unidades
anuales, más del doble de la manufactura actual, afectada por problemas con el
suministro de dólares y de permisos para la importación de materiales. "Un
incremento de la producción nacional de vehículos es poco probable en las
actuales condiciones. Es preciso que el gobierno entienda que la industria
necesita fluidez de divisas para poder operar con normalidad", afirma una fuente
del sector que prefirió el anonimato.
Que Renault haya planteado volver a ensamblar en Venezuela (lo hizo
hasta 1995) no es tema nuevo. De hecho, en 2009 firmó una carta de intención con
el consorcio venezolano que ensamblaría los vehículos chinos Great Wall para
manufacturar al menos dos de sus modelos en esa factoría. Pero el proyecto
nunca vio la luz. Aunque el consorcio privado invirtió más de $50 millones en la
planta ubicada en Guacara (Carabobo), el acuerdo de ensamblaje no se concretó y
Renault quedó fuera del plan, que aún aguarda por su aprobación. Sin
embargo, en 2010 Philippe Cornet, director general de Reanult Venezuela, anunció
que la empresa había presentado a la consideración del Ejecutivo un nuevo
proyecto de ensamblaje, el cual contemplaba la sociedad con el gobierno. Cuando en 2008 entró en vigencia una
nueva política para el sector automotor, no fueron pocos los proyectos de
ensamblaje que recibieron los ministerios del área. Entre ellos estaban ocho
planes para la producción de motocicletas. Yamaha figuraba en la lista de
solicitantes de autorización, un permiso que cuatro años después aún espera por
su concreción. "La aprobación oficial está, pero aún se encuentran en
negociaciones sobre la operatividad de la empresa", afirmó Luis Scarccio- ffo,
presidente de la Cámara Venezolana de la Industria del Motociclo (Cavem). No
obstante, el vocero destacó que el proyecto de ensamblaje de Yamaha anunciado
por el presidente Chávez no se refiere al de motos sino a un nuevo plan para la
producción de camiones, una división menos conocida de la corporación japonesa
en estas latitudes. El supuesto plan de ensamblaje
presentado por Yamaha Motors sería el sexto en la lista que desde 2008 manejan
los despachos del área, de los cuales solo dos han conseguido ser aprobados.
Fuente: EMEN.
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