--------------------------------------------------------------------------------

BUSQUEDA A TRAVÉS DE GOOGLE

viernes, 27 de septiembre de 2013

Industria del algodón requiere incentivos de producción

Como un viaje en el tiempo desde el Antiguo Egipto de hace 5.000 años hasta la modernidad se resume el plan propuesto al Gobierno nacional por Marcos Zarikian, presidente de Telares Maracay, para rescatar y potenciar el cultivo y la exportación de algodón venezolano. Para el industrial, el desarrollo del algodón en el país es una historia que puede pasar del fracaso a la oportunidad si se copian experiencias exitosas observadas incluso en naciones vecinas, gracias al aprovechamiento de las nuevas tecnologías. En esto se basa su planteamiento. Entre 1975 y 2012, el rubro perdió 55,7% de su superficie sembrada hasta pasar a apenas 24.125 hectáreas, según cifras del Ministerio de Agricultura y Tierras.

Este reconocido empresario, quien también lidera el Eurobuilding Hotels Group, celebró que, por primera vez en los últimos 15 años, hace aproximadamente un mes el Gobierno se acercó a los actores del sector textil buscando ideas y propuestas sobre qué debe hacerse para renovar esta industria y exportar. "Me parece excelente que el propio ministro de Finanzas, Nelson Merentes, nos hiciera esta pregunta. En un mundo donde siempre se destaca lo negativo, quiero felicitarlo por poner su empeño en entender por qué no se está produciendo más en Venezuela", dijo. Durante el auge del algodón en el país, entre los años 70 y 1988, existieron dos grupos productivos importantes, según Zarikian. Uno en la zona del Orinoco llamada Algodonera Mata, que perteneció a este conglomerado empresarial, y cuya experiencia era sembrar en la ribera del Orinoco aprovechando las inundaciones del río. El otro fue la Asociación Nacional de Cultivadores de Algodón (Anca), que tomó la zona de Acarigua, tenía una desmontadora en Barinas, un cultivo mecanizado y su recolección era totalmente automatizada.

Zarikian considera que el modelo a seguir es el que se está llevando a cabo en Mato Grosso, al sur de Brasil, donde además de algodón se cultiva maíz y soya, tres veces al año en la misma zona, con rendimientos muy altos, por encima del promedio mundial. Su conclusión se basa en un ensayo llevado a cabo por él mismo desde hace siete años en 700 hectáreas en una finca de Acarigua, donde invirtió 6,5 millones de dólares y ya están sembrando tres veces al año algodón, maíz y sorgo, con los mismos resultados observados en Mato Grosso. "Lo que se plantea hoy no es subir los precios de la materia prima y tratar de sembrar más algodón para satisfacer la demanda nacional de forma primitiva, sino realmente hacer un pequeño esfuerzo de inversión para que se pueda lograr un altísimo rendimiento y altísimos niveles de productividad", precisó.

No hay comentarios:

Noticias de interés