El servicio que ofrece la banca a los comerciantes afiliados a sus puntos de venta crediticios, ahora parece un lujo. Los dueños de locales pequeños aseguran que se han visto obligados a prescindir del punto de venta de tarjetas de crédito para no tener que cancelar la comisión a las entidades bancarias. Entre 2% y 10% es la tasa de descuento o comisión que cobran los bancos a los comercios suscritos a sus dispositivos de puntos de venta. Si bien el porcentaje parece bajo, representa un costo que los comerciantes ya no pueden cancelar, debido al alza de los bienes o servicios que ofrecen.
Mauricio Tancredi, presidente de Consecomercio, dice que el gremio se ha percatado de la disminución del uso de punto de venta de crédito en el sector comercial. Y aunque la organización no cuenta con estadísticas que describan el panorama, el gremio reconoce que 2% o 10% como comisión es un pago extra que se suma a la serie de gastos que deben maniobrar. "El margen de ganancia ya es reducido en el comercio, algunos no pueden darse el lujo de pagar una comisión por cada transacción crediticia", señala Tancredi. Ferreterías, abastos, piñaterías, tiendas de ropa y calzado tienen en la caja registradora un cartelito advirtiendo a sus clientes que no aceptan tarjetas de crédito. A juicio de Tancredi este tipo de locales, que por lo general son pequeños, son los que precisamente están más afectados por el alza de los precios de sus productos.
En el año 2008, el Banco Central de Venezuela (BCV) fijó las tasas de descuentos o comisión comercial que pueden cobrar los bancos a los clientes suscritos a sus puntos de ventas. Desde entonces, el porcentaje no ha sido actualizado, lo cual podría ser un beneficio para algunos comerciantes, pero perjudicial para otros. En el caso de los negocios de venta de alimentos, como supermercados, abastos, panaderías y carnicerías, la comisión que pueden cobrar a sus clientes es 2% máximo, si el pago es con tarjeta de crédito. El porcentaje resulta una ventaja para el dueño de estos tipos de comercios, porque la tasa es manejable en el libro de gastos o egresos. Sin embargo, para los hoteles, restaurantes de lujo, discotecas, licorerías, tiendas de delicateses y otros comercios y servicios suntuarios, la tasa de descuento es de 10% máximo, lo cual es insuficiente, según los gastos para este tipo de negocios. "Muchas veces los costos inherentes al negocio no se trasladan al producto, porque el comerciante pierde mercado. Es por eso que los pequeños, e incluso medianos, ven dónde pueden reducir gastos y, en este caso, la comisión por tarjetas de créditos es uno de ellos", comenta el directivo gremial. Fuente: EMEN.
Mauricio Tancredi, presidente de Consecomercio, dice que el gremio se ha percatado de la disminución del uso de punto de venta de crédito en el sector comercial. Y aunque la organización no cuenta con estadísticas que describan el panorama, el gremio reconoce que 2% o 10% como comisión es un pago extra que se suma a la serie de gastos que deben maniobrar. "El margen de ganancia ya es reducido en el comercio, algunos no pueden darse el lujo de pagar una comisión por cada transacción crediticia", señala Tancredi. Ferreterías, abastos, piñaterías, tiendas de ropa y calzado tienen en la caja registradora un cartelito advirtiendo a sus clientes que no aceptan tarjetas de crédito. A juicio de Tancredi este tipo de locales, que por lo general son pequeños, son los que precisamente están más afectados por el alza de los precios de sus productos.
En el año 2008, el Banco Central de Venezuela (BCV) fijó las tasas de descuentos o comisión comercial que pueden cobrar los bancos a los clientes suscritos a sus puntos de ventas. Desde entonces, el porcentaje no ha sido actualizado, lo cual podría ser un beneficio para algunos comerciantes, pero perjudicial para otros. En el caso de los negocios de venta de alimentos, como supermercados, abastos, panaderías y carnicerías, la comisión que pueden cobrar a sus clientes es 2% máximo, si el pago es con tarjeta de crédito. El porcentaje resulta una ventaja para el dueño de estos tipos de comercios, porque la tasa es manejable en el libro de gastos o egresos. Sin embargo, para los hoteles, restaurantes de lujo, discotecas, licorerías, tiendas de delicateses y otros comercios y servicios suntuarios, la tasa de descuento es de 10% máximo, lo cual es insuficiente, según los gastos para este tipo de negocios. "Muchas veces los costos inherentes al negocio no se trasladan al producto, porque el comerciante pierde mercado. Es por eso que los pequeños, e incluso medianos, ven dónde pueden reducir gastos y, en este caso, la comisión por tarjetas de créditos es uno de ellos", comenta el directivo gremial. Fuente: EMEN.
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