Las conversaciones para definir las condiciones en las cuales
operará la empresa mixta minera en la que participará el Estado con 55% y la
empresa registrada en Canadá de origen ruso, Rusoro, con el 45% restante, dieron
inicio esta semana con miras a llegar a un acuerdo a más tardar el 16 de
diciembre próximo, fecha en que vence el plazo para establecer la sociedad. Fuentes oficiales aseguran que uno de los factores por los cuales la
compañía privada minera intentó acelerar la instalación de las mesas de trabajo
obedece a la necesidad de no paralizar las operaciones en la mina.
Hay temas que no serán parte del debate, entre ellos,
la Ley que Reserva al Estado las Actividades de Exploración y Explotación del
Oro. Familiarizados con el tema sostienen que Rusoro está clara en que esas
decisiones son de carácter gubernamental y que la intención es no ponerlas sobre
la mesa. "No se pedirán modificaciones al respecto, aunque se cuestionan
algunos elementos de peso, como la totalidad de la venta de la producción de oro
al Banco Central de Venezuela, y el elevado royalty de 13% contemplado en
esa normativa legal", aseguró el declarante, que prefirió no ser identificado.
Las discusiones versarán, en primer lugar, en la valoración que se hará de
la participación que el Estado (55%) adquirirá de los rusos. El Grupo Agapov,
dueños de Rusoro, espera que la indemnización se haga de acuerdo con lo que
arrojan los libros de los estados financieros que mantiene debidamente
auditados, según destacó la fuente.
La operatividad de la empresa y la
gobernabilidad también serán temas de importancia capital para las futuras
relaciones entre Petróleos de Venezuela, encargada de negociar la sociedad, y la
compañía minera privada. En este sentido, los rusos consideran que el
Ejecutivo nacional debe tener claro que el sector de la minería, y en especial
el del oro, requiere de inversiones, de maquinarias e insumos para operar y
mantenerse al día, por lo que la obtención oportuna de dólares es fundamental
para la viabilidad de la actividad. Los rusos consideran que para aprovechar el potencial
aurífero del país se requieren inversiones de, por lo menos, 500 millones de
dólares, provenientes tanto del Estado venezolano como de su socio privado, la
corporación rusa, Rusoro, en función de alcanzar una producción máxima de
500.000 onzas al mes, en el corto plazo.
Fuente: EMEN.
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