A las preocupaciones por las consecuencias de un alto
endeudamiento público, que compromete el ingreso futuro; se suma el aumento de
la carga fiscal que generará la vuelta a la retroactividad de las prestaciones
sociales. Pero hay más para preocuparse: un aumento del gasto para financiar
programas o ayudas sociales, complicaría el panorama del Gobierno que asuma en
el año 2013 y a los venideros, en caso de una caída de los ingresos petroleros,
en un país que cada vez más depende de esta materia prima. El presidente
Hugo Chávez informó recientemente que con la reforma de la Ley Orgánica del
Trabajo se prevé volver a la retroactividad de las prestaciones sociales y a
pagar con bonos la deuda que mantiene con los trabajadores públicos, los cuales
algunos cálculos la colocan en 18.000 millones de dólares. Una "bomba fiscal"
que reventará en el futuro.
Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, resalta que aunque
las ayudas económicas sean una alta carga fiscal, éstos se pueden reestructurar
en el futuro. Pero lo que más preocupa es la retroactividad de las prestaciones
sociales. Recordó que este tema es muy complejo ya que el Estado tiene
pasivos con los jubilados por el orden de los Bs.F. 25.000 millones, que al
cambio oficial de 4,30 bolívares fuertes por dólar, representan unos $6.000
millones. A este monto se suma la deuda de unos $10.000 millones con todos
los trabajadores públicos a los cuales se les debe realizar el recálculo de las
prestaciones. "Este es un costo que estaría triplicando el gasto de la seguridad
social ". Para Oliveros, una segunda preocupación es el endeudamiento.
Reiteró que si el Gobierno coloca el próximo año un elevado monto de deuda
interna y externa (solamente en bonos en divisas calcula una oferta de $12.000
millones), éstos serán compromisos a futuro que van a comprometer recursos del
presupuesto y que no se van a poder destinar a educación, salud o a la provisión
de bienes públicos.
"Si el nuevo gobierno
registra una caída de los ingresos petroleros o éstos dejan de crecer, puede
verse bastante comprometido. Se vería obligado a tomar ajustes, la reducción del
gasto público no es tan sencillo, el 70% se va para pagar salarios. Es un tema
complicado hacer una reducción muy profunda del gasto público de un año a otro.
Se puede hacer algún tipo de maniobra, pero el margen para ello sería bastante
limitado".
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