El Banco Central de Venezuela (BCV) se verá obligado a aplicar una devaluación de la moneda para ajustar sus estados financieros, afirmaron economistas. Esta medida corresponde a tres razones: primero al traspaso de divisas al Fondo de Desarrollo Nacional; segundo, a las bajas reservas operativas que rondan los $6.000 millones; y tercero, a la alta inflación (27% anual). "Las reservas internacionales no cubren la emisión monetaria (bolívares), razón suficiente para hacer una nueva devaluación", aseguró el analista Jesús Rojas, durante el foro "Qué hay detrás del manejo de las reservas internacionales".
Explicó que hay una inflación vinculada directamente a las modificaciones que se hicieron a la Ley del BCV en julio de 2005, año en el que se creó el Fonden. "Los activos en divisas caen porque son traspasados al Fonden. El BCV lo registra (la inyección de dinero al fondo) como cuentas por cobrar, pero jamás se van a cobrar", señaló el economista Ángel García Banchs. Explicó que ese flujo de divisas al Fonden representa pérdidas, las cuales tendrían que compensarse. Para ello -indicó Banchs- tendría que devaluarse la moneda de forma paulatina. Según los analistas, las pérdidas del BCV alcanzarían 49.900 millones de bolívares fuertes, si los traslados al Fonden se registraran en el balance del organismo. Por su parte, Banchs considera que si el Fonden entregara bolívares al BCV, al ser un organismo comprador de dólares, entonces el ajuste entre pasivos y activos no representaría pérdidas.
El economista José Guerra explicó que el BCV aplica una política inflacionaria. "Significa inflar la economía, emitiendo dinero sin respaldo. Esto se ha acentuado desde que se creó el Fonden". Argumentó que el ente emisor sigue un "ciclo devaluación-inflación". Ello se traduce en que el BCV incrementa la cantidad de bolívares en la economía y "cobra impuesto inflacionario", que a la vez aumenta el tipo de cambio, lo que trae como consecuencia la devaluación de la moneda. "Y no saldrá de ese círculo, porque le pusieron un techo a las reservas (de 27.000 millones de dólares). Siempre habrá más bolívares que dólares", dijo Guerra. "Estamos moviendo reservas a ver si conseguimos préstamos. Tenemos los créditos utilizados casi al máximo. Pero si el precio del petróleo no sube tanto como la inflación, entonces no se podría postergar el ajuste después de las elecciones presidenciales de 2012", apuntó Banchs. Otra salida del Gobierno para no devaluar, sería -a juicio de Banchs- restringir la entrega de divisas. Pero, ante esta posibilidad, enfatizó que "si no devaluamos, vendrá la escasez", ya que el Gobierno no podrá importar rubros alimenticios en la misma proporción en que lo ha hecho en los últimos años.
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