Una de las acepciones del término inglés spread , es
indicar el diferencial de retorno que existe entre títulos de deuda susceptibles
de sufrir eventos de insolvencia y aquellos considerados libres de riesgo, que
son en general aquellos emitidos por gobiernos centrales en sus monedas locales,
cuando existe total autonomía financiera, como es el caso de EEUU, Inglaterra o
Japón, y no el de los países de la Eurozona. Académicos e inversionistas
siempre han mostrado una gran curiosidad por identificar los factores que
inciden en el tamaño de esta brecha, empezando por Robert Merton que, en 1974,
público un trabajo sobre valoración de bonos y la estructura de tasas de
interés, en Journal of Finance, que se convirtió en el génesis de todo lo que
hoy en día se conoce sobre el tema.
¿Cuáles son los determinantes del
spread? En los últimos 38 años se ha podido comprobar que éste es
afectado por los impuestos, los niveles de liquidez de los títulos de deuda, el
riesgo crediticio como generalidad y la probabilidad de insolvencia y cambios en
las primas de riesgo requeridas por los inversionistas, como especificidades del
riesgo crediticio. Pero el spread también se ve afectado por el hecho de
que los títulos que se comparen con los instrumentos libres de riesgo sean
corporativos (privados) o soberanos. Las insolvencias de los títulos
corporativos están reglamentadas por los regímenes de bancarrota incluidos en
los códigos de comercio de los países. En tales situaciones, los acreedores
pueden tomar posesión de activos de la empresa en problemas. No es de extrañar
entonces que el spread corporativo también se vea afectado por la
volatilidad de las acciones de las empresas emisoras de los títulos de deuda, y
por las clásicas fuentes de riesgo sistemático.
Los eventos de insolvencia
de los títulos soberanos son más complejos, debido a que no hay un marco
regulatorio obvio para ellos, generalmente los activos de los estados no son
embargables, y pueden haber insolvencias selectivas, es decir que se dejan de
pagar unas emisiones de bonos y otras no. Medir el impacto de temas políticos en
el spread es complicado porque no existen indicadores de frecuente
emisión y fácil manejo que puedan ser incorporados cómodamente en modelos
econométricos que se usan para medir el impacto de variables específicas en el
spread. En los últimos años, en el mundo de las ciencias política han
surgidos algunos de estos indicadores, y que probablemente les veremos muy
pronto en uso en investigaciones económicas. Todo nos remite que la subida de
precios de los bonos venezolanos en dólares responde a tendencias
internacionales, como la avidez que existe por títulos de alto rendimiento. Fuente: EMEN.
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