Una nueva acción refleja el descontento de los clientes de Econoinvest. Ahora, otro grupo de 59 inversionistas introdujo un recurso de reconsideración a la Superintendencia Nacional de Valores (Sunaval). Otros también han acudido a esa opción, pero de manera individual. Aparte reposa la denuncia que otros inversionistas de esta casa de bolsa entregaron a la Fiscalía General.
La queja fundamental es que el pago de las acreencias se hizo en bolívares, cuando la inversión se realizó en dólares. Pero también en este recurso de reconsideración otros clientes reclaman que aún no se le han liberado bonos que están registrados en la Caja Venezolana de Valores (CVV) a su nombre. Aunque ya los liquidadores autorizaron el acceso a la mayoría de los clientes, otros 1.500 aproximadamente siguen sin poder sobre sus papeles. Pero además, en este documento también se reclama el pago de los bonos cambiarios y globales vencidos, lo que entraría en operaciones en tránsito sin pagar, a pesar de que los emisores, es decir, la República y el Banco Central de Venezuela (BCV) ya pagaron sus compromisos por esas emisiones. Y en dólares, ya que estos papeles así fueron denominados y su contrato garantízaba un pago en moneda extranjera.
La Superintendencia de Valores recibió varios recursos individuales de reconsideración durante estos quince días hábiles, que son los otorgados, según marco jurídico, para quienes estén inconformes con el reconocimiento de su deuda en el proceso de liquidación. Ayer, cuando se entregó el documento de los 59 clientes, culminó el plazo para la recepción de reconsideraciones. Para estos últimos inversionistas, el listado que salió publicado el cinco de mayo, con el reconocimiento de la deuda que tenía Econoinvest, debería descartarse y ser considerado nulo. Esto porque sus acreencias no fueron honradas de acuerdo a los contratos y negociaciones que se finiquitaron con la casa de bolsa antes de su intervención, el 25 de mayo de 2010. Ya antes, el 17 de mayo, otros clientes acudieron directamente a la Fiscalía, a entregar una denuncia sobre cómo se había realizado la liquidación de la casa de bolsa y cómo se habían cancelado las acreencias.